Hace un poco más de un mes, descubrí este blog http://fortydaysofdating.com/ contando día tras día la vida cotidiana de dos amigos que decidieron lanzarse en una experiencia un poco loca: salir juntos durante 40 días. Cada uno con sus problemas de compromiso o de miedos a estar en una relación, han decidido probar estar juntos en una relación de pareja, con unas reglas bien definidas y pues ver cual era el resultado. Como una especie de reto que se lanzaron el uno al otro (cosa que nos habíamos "prometido" hacer con un amigo en caso de no llegar a casarnos antes de los 30; hum, él tuvo una hija :p). He seguido mas o menos el blog y a pesar de pensar desde el principio que la idea era demasiado ingenua, lo que me interesó fue que cada uno contaba el día, de su lado, sin que el otro sepa lo que estaba escribiendo en el blog antes de publicarlo. Sus visiones de un mismo asunto eran a veces tan diferentes! Prueba clara de la incomunicación que llegamos a tener entre dos individuos. Claro, creo que todos los seguidores del blog querían que los dos acabasen juntos y manteniendo la relación de pareja que iniciaron, como en el final de una típica peli americana. Pero welcome back to la vida real. Y el día 40 ha sido el de la separación y de la aceptación del fallo, no de la experiencia, sino de su pareja. Ella demasiado in love y él no suficientemente.
Siempre he tenido envidia a esas parejas que primero fueron amigos y un buen dia decidieron probar funcionar como pareja y que siguen juntos años después felizmente enamorados/casados/padres (seleccionar la opción a gusto) . La única vez en qué empecé a salir con un amigo me sentí tan rara al cabo de unas semanas que ya empecé a sentirme mal en su presencia, vaya avance! Muchas veces me pregunté si yo estaba equivocada en solo fijarme en hombres de los cuales me enamoré por sentir una atracción fuerte. Que quizás tendría que pensar más "en frio" y dejar que el tiempo haga su efecto y que, tal vez, acabaría enamorándome de un hombre que me gustaba pero que no acaba de volverme loca...pero no, no me va...Yo funciono con el corazón mas que con la cabeza. Viendo (casi todos) mis amigos y familiares casarse, crear una familia, me da por pensar que quizás tomé no uno sino varios caminos equivocados. Y que quizás empieza a hacerse tarde, no lo sé. Pero no me arrepiento. De nada.
Edit: humm...después de haber escrito estas lineas, me enteré de que dos parejas de amigos felizmente casados se están separando... Si algo aprendí del amor, es que nada ni nadie es adquirido para siempre. Quizás no me equivoqué tanto de camino, al final¿?
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