Overblog
Editer l'article Suivre ce blog Administration + Créer mon blog
4 novembre 2008 2 04 /11 /novembre /2008 14:16
Porque soy también lo que perdí...

Porque nunca lo traducí ese texto que escribí hace un año en francés y que me costó mucho pero alguién se habia tomado el tiempo y el esfuerzo de traducirlo...

Porque para conocer mejor a alguién tal vez hay que conocer su historia y sus raices...

Porque para conocerse a si mismo, hay que mirar de donde venimos...

Gracias Danzarina ;)


Cuando se me conoce por 1ª vez (en fin, no en una playa, por ejemplo) parezco de lo más normal. Pero cuando se me mira un poco más cerca... sí, tengo una enorme cicatriz muy fea en la espalda, de la nuca hasta los riñones, lo que se diría una cremallera gigante. Además, no soy demasiado simétrica, con las costillas más altas de un lado que de otro. Y cuando se mira bien, se ve una pequenita chepa en la parte derecha de la espalda. Esto es lo que me ocurrió, que me cambió la vida entre los 11 y los 15 años. Una parte de mi pequeña vida que he intentado borrar a los ojos de las personas que me rodean e incluso a mis propios ojos pero, al final, también eso soy yo, también forma parte de mí...

Poco después de los 11 años, el médico de familia me comunicó que tenía una escolisis, tras un accidente en trineo (sí, ¡ya en esa época!). ¿Y eso qué é?- me dije a mí misma. Pues bien, querido lector, se trata de una enfermedad que deforma el hueso de la columna vertebral así como los huesos que se apoyan en la columna, como las costillas, la pelvis, etc. Sólo que cuando me cayó encima a los 11 años, no lo entendí demasiado así enseguida.
Después, llegaron 3 años de encierro 23h/24h en un corsé ortopédico, con el solo derecho a quitármelo durante una hora al día para las sesiones de fisioterapia y para asearme. Tres años de encierro físico y de encierro mental. Llegó la imposibilidad de hacer deporte, las incomprensiones, las preguntas, las miradas burlonas e hirientes de los demás, a los 12 años, es una edad ingrata...
Y llegó también la imposibilidad de encontrar ropa que me fuera bien por encima del corsé. Y la no existencia de relaciones con el género masculino cuando mis compañeras comenzaban a "salir" con ellos (después, yo he recuperado el tiempo :) )
Y también vinieron las idas y venidas al hospital para controlar la evolución de la escoliosis, que me volvieran a hacer los corsés, con una decepción inconsolable cada vez que entendía que, desgraciadamente, mes a mes las cosas no mejoraban.
Bien al contrario, a medida que iba creciendo, las cosas se ponían peor. Acabé por odiar las visitas al hospital. Y luego un día, al cabo de tres años, el médico me anuncia que mi salud está en peligro, que había perdido no poca capacidad respiratoria y que no podíamos seguir así, que era necesario operar. Operar, es decir, intentar enderezar la columna injertando dos varillas de metal a lo largo y al lado de la médula espinal, con el fin de estabilizar las vértebras y soldarlas unas a otras. Existía también la posibilidad de quedar paralizada si algo salía fuera de lo previsto. Pero tampoco es que pudiera elegir…
Siete horas en el quirófano y llena de tornillos y placas nuevos en la espalda, quince días en el hospital y dos meses de convalecencia, uno de los cuales lo pasé acostada en la cama. Y los efectos postoperatorios. Los dolores, los vértigos, las náuseas (aviso, es gore: todos mis órganos se habían desplazado un poco, desde el corazón hasta los intestinos),

volver a aprender a caminar... habia crecido también de cuatro centímetros en un solo día! Y al fin, ¡una nueva espalda y una nueva vida! Es cierto que no puedo hacer todo lo que hacía antes, habrá siempre cosas prohibidas, a veces dolores y límites que no podré sobrepasar pero…vuelvo a vivir.

Todo esto, mi historia, la he estado ignorando por completo durante los últimos diez años. Pero creo que lo he QUERIDO ignorar. Hacerme mar adentro, soltar las amarras, vivir libre, vivir una vida normal y, al final, irme a Barcelona no fue tanto por azar. Ganas de "recuperar" mis tres años perdidos…

Cuando una operación quirúrgica te da una nueva vida, "mi segundo nacimiento" como a mí me gusta decir, ¿con qué derecho se puede criticar tal milagro? ¿Cómo podría yo permitirme pensar mal de dicha operación? Hace unos días me encontré con este sitio internet
www.scoliose.org/, "escoliosis y compartir" y me ha dejado conmocionada. Ahí vi testimonios de personas que han vivido lo mismo que yo y he comprobado que tenía derecho a vivir mal la intervención quirúrgica. De alguna forma, estos testimonios me alivian. Si, tenía derecho; el derecho a pensar que esa vuelta a la vida significaba también el fracaso de los tres años anteriores. El fracaso de los esfuerzos, las privaciones, las frustraciones y los golpes encajados.
Está claro, esa parte de mi vida me ha hecho más fuerte. A la fuerza, una se construye un caparazón, aprende más rápido a protegerse. Ahora estoy "curada", no tengo ya derecho a quejarme. Tengo una suerte enorme de no haber tenido demasiadas complicaciones y de haber conservado cierta movilidad. Pero me queda un gusto amargo en la boca.
Así que para hacer desaparecer ese gusto no demasiado agradable, en mi viaje a Chile, me dije que a lo mejor era preciso ir en busca de mis recuerdos. Hacer volver ese expediente sin clasificar e intentar ordenarlo, de encontrarle un lugar para bien o para mal. Y creo que todo esto que acabo de escribir forma parte del proceso de ordenar... Manejar la propia vida lleva tiempo...


un año más tarde, ya voy ordenando...sirve de algo hacer limpieza de sus demonios!


@Anonimo: (tengo la sensacion de que nos conocemos o tal vez nos hemos conocido en otra vida? :)
No soy completamente libre, la enfermedad vuelve a reaparecer de vez en cuando a la hora de los controles al hospital donde tengo que acudir periodicamente. Pero la amargura ya ha desaparecido. Quizas esta experiencia, aunque fue muy dura, es una de las mejores cosas que me han pasado. Porque me ensenyo mucho de la vida propia, lo importante, lo valioso y tambien aprendi del ser humano.
 Y creo que me queda todavia mucho por aprender ;)

Partager cet article
Repost0

commentaires

A
Hola, otra vez yo, gracias por compartir. Creo que ahora eres libre.
Répondre